Un día cuando tú te pienses muy importante, un día cuando tu ego esté en el apogeo, un día cuando tú tengas la certeza de que “no hay nadie mejor que tú”, un día cuando tú pienses que tu partida dejará un vacío imposible de llenar, sigue estas instrucciones bien simples:
Agarra un balde y llénalo de agua hasta el borde, coloca tu mano adentro, hasta el fondo, saca tu mano y el agujero que quede allí tendrá el tamaño de la falta que tu harás en este mundo.
Tal vez, tú transmitas alegría cuando llegas, tal vez, agites el agua, más, para… y en poco tiempo verás que todo quedo como al principio.
La intensión de este extraño ejemplo es tú hacer siempre lo mejor posible y sentir orgullo de ti mismo. Pero recuerda: No existe ningún hombre insustituible ni tampoco una mujer… Ral-Diablo
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