sábado, 17 de diciembre de 2011

Insistir en aquello que ya...


Insistir en aquello que ya no existe es como calzar un zapato que  no te cabe más… Machuca,  causa ampollas, llega a carne viva y sangra. Entonces es mejor permanecer descalzo. Dejar libre el corazón, mientras vive, dejar libres los pies mientras crece. Porque cuando crecemos el número cambia. A veces tú tienes que olvidar lo que quieres para comenzar a entender lo que tú mereces…

Si un día tienes...


Si un día tienes que escoger entre un beso, una mirada y una lágrima, escoge sin dudar la lágrima, porque el beso puede ser falso, la mirada pasajera, pero, la lágrima por más triste que sea es verdadera, te lo aseguro...

A quién me dió su perfume...















 A quién me dio su perfume, a quién le dio sentido a mi vida, a quien solo me hizo bien.
A aquellas que sonrieron conmigo, a aquellas que conmigo compartieron lágrimas, a aquellas que supieron de mi existencia.
A las nobles del sentir, a las ricas del eterno vivir, a las emperatrices del amor, a aquellas que simplemente fueron amigas.
A aquellas que tiernamente hicieron del silencio salir sonidos, a aquellas que cantaron conmigo.
A aquellas que me miraron a los ojos, a aquellas que oyeron lo que tenía para decir.
A aquellas que me amaron, a aquellas que amé, a aquella que me ama, a aquella que amo.
A aquel solcito de sobrina que se incorporó este año en mi vida, entró en mi corazón y se adueño de mi cariño. 
A aquellas les digo:
Gracias por sostener mi corazón, gracias por las alegrías, gracias por ese hombro tibiecito.
Gracias por esa mano que sostuvo fuertemente la mía y nunca me soltó, gracias por frenar mis impulsos.
Gracias por intentar calmar mi carácter, gracias por su cariño, gracias por su amor.
Gracias por soportarme, gracias por leerme, gracias por tratar y tentar entenderme.
Gracias sobre todo por acariciar mi alma…   
Sinceramente y al estilo brasilero las amo con todo mi corazón cada una a su manera y con el estilo própio de este Diablo...    Ral-Diablo

jueves, 15 de diciembre de 2011

El pasado ya pasó...


El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú... Suelta el resentimiento. El prender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigues es dañarte lentamente, envenenarte y amargarte.
La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti misma que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.
Tú ya no eres la misma que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás la misma, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti misma, desprender lo que ya no está en tu vida.
Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.
Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.
Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. Se explica leyes, del bumerang, de reciprocidad aumentada, duplicada, triplicada. Pero se logran entender lo que se pregona? El estar de pie es algo físico… ejemplifico: también estoy de pie, no me quiebro, no me rompo, solo expreso mi sentir, el sentir de mi corazón, mi cuerpo si puede estar de pie y puedo tener esa dureza de tratar, de hablar de escribir, aún sin corazón o con él en mil partes, repito estar de pie es físico no esboza sentimiento, hago lo que debo hacer, aunque esté en contra de los dictados de mi corazón. En un momento lo dejé actuar independiente y fue porque creí ciegamente que no se equivocaba, que ese era el amor por mi buscado durante 50 años, mi corazón se equivocó? no lo sé… el no piensa, no tiene porqué hacerlo, no tiene cerebro solo emite sentimientos y amor, por eso está separado en todo ser humano el cerebro del corazón, lo dejé actuar libremente e hizo lo que sabe hacer muy bien, amar, querer, emitir pasión a mi ser, el pensar, el deducir, el analizar se lo deja  a quien más sabe del tema… el cerebro, tal vez como ser humano no debí permitir dejarlo solo, eso es lo que uno sembró y eso es lo que uno recoge, en definitiva ¡Esa es esta puta y divina vida! 
Ral-Diablo 

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Quiéreme pero despacito...


Quiéreme, pero despacito, sin prisa, puede que algo de mí no te guste y  huyas y  me quedaré preguntándome por qué.

No me admires, tengo muchos defectos, más de los que imaginas, si me idealizas, algún día puedo derrumbarme ante tus ojos… y te irás.

No me subestimes, aunque a veces haga tonterías, puedo sorprenderte algún día, te asustarás de saber quien soy… y te irás.

No me sobreestimes, puedes exigirme más de lo que soy capaz, te sentirás defraudada por mi torpeza… y te irás.

No me exijas, puedo estar desganado, o triste, o aburrido, voy a enojarme y te enojaras más que yo… y te irás.

No me ruegues, no soy Dios y tal vez no te escuche,  te aburrirás de mis silencios… y te irás.

Acéptame como soy, a veces fuerte, a veces débil, a veces inteligente, a veces tonto, a veces triste, Pero siempre humano. 
Mi ángel... soy un simple mortal... que te quiere, cuídate. Y cuídame...