Busqué mis sueños, creí e mi instinto, me entregué de cuerpo y alma…
Me sumergí en un mar en furia, atravesé peligrosos pasajes, intenté volar en el infinito…
Me sumergí en un inocente mar de emociones, pero naufragué con mis sueños y me ahogué en ilusiones…
Mi alma fue maltratada por el destino, atormentada por la soledad, pero la esperanza sobrevivió delante de la ilusión.
Mi corazón soportó el tiempo, creyó en el mañana después de esa turbulencia en el alma.
Para el corazón el destino me trajo alas, para que pueda volar sin miedo al infinito y sumergirse en un mar de verdaderas emociones.
Sé que fui más allá de mis límites, pero… es desobedeciendo a la razón que encontraré la felicidad…
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