La vida me enseño a decir adiós a las personas que amo, sin quitarlas de
mi corazón, sonreír a las personas que no gustan de mi, para mostrarles que soy
diferente de lo que ellas piensan, hacer de cuenta que todo está bien cuando
eso no es verdad, para que yo pueda creer que todo va a cambiar, callarme para
oír, aprender con mis errores. Al final yo puedo siempre mejorar. A luchar
contra las injus
ticias,
sonreír cuando lo que más deseo es gritar todos mis dolores al mundo. A ser
fuerte cuando los que amo están con problemas, ser cariñoso con todos que
necesitan de mi cariño, oír a todos los que sólo necesitan soltarse, mandar a
la mierda a los que me lastiman o quieren hacer de mi un depósito de sus
frustraciones y desafectos, perdonar incondicionalmente, pues ya necesité de
ese perdón, amar incondicionalmente, pues también necesito de ese amor, y
alegrar a quien necesita, a pedir perdón, a soñar despierto. Y finalmente: a
despertar a nuestra realidad la tuya y la mía…
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