viernes, 5 de octubre de 2012

De vez en cuando sin previo...

De vez en cuando sin previo aviso me visita tu recuerdo A veces viene de paso, con un recuerdo fugaz de tu sonrisa o de la mirada de tus ojos cafés, un solo instante de ti y ya te has ido. Otras veces, sin embargo, se niega a irse, duerme conmigo y se despierta entre mis brazos. En esta tarde de otoño, con tu recuerdo abrazado a mi almohada casi puedo percibir tu aroma y pasar mis dedos por tu cabello, podría pasar las horas observándote mientras duermes abrazado a mí, porque te extraño y no sabes cuánto! Extraño el latido de tu corazón, tu respiración, tus manos, tu voz. Extraño verme reflejada en tus ojos cuando me miras con ese brillo de complicidad con una sonrisa maliciosa en tu rostro. Extraño tu barba de cuatro días y tus viejos tenis bajo la cama. Extraño oír tus pensamientos en el aire y ver como construyes tus sueños. Extraño sentirme segura entre tus brazos y ser parte de tu vida. Extraño tantas cosas de ti mi amor y extraño que me extrañes. Desearía que en lugar de tu recuerdo estuvieses tu aquí, para decirte cuanto te quiero y que me ha dolido mucho perderte, para decirte que me equivoque, que no ha habido ni tiempo ni distancia ni ciudad para el olvido. Si hubiese sabido que este adiós sería para siempre jamás me habría marchado sin decirte cuanto te amo. Si hubiese sabido lo que sería de mi vida sin ti hubiese luchado por ti. Pero el hubiese no existe. Ya es muy tarde para amarte y es tan inútil extrañarte. Solo me queda distraerme de ti, pretender que te he olvidado, hasta que tu recuerdo nuevamente, sin previo aviso, decida venir.

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