Siempre tengo presente que la piel se arruga, el pelo
se vuelve blanco, los días se convierten en años...
Pero lo importante no cambia, la fuerza y la convicción no tienen
edad.
El espíritu es el paño de cualquier tela de araña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una partida. Detrás de cada
logro, hay un desafío. Mientras estemos vivos, sintámonos
vivos.
Si extrañamos lo que hacíamos, vamos a volver hacerlo.
No vivamos de fotos amarillas. Sigamos, aunque todos
esperen que abandonemos.
No dejemos que se oxide el hierro que hay en nos.
Hagamos que en vez de lastima, nos tengan respeto. Cuando
por los años no puédanos correr, Trotemos.
Cuando por los años no puédanos trotar,
Caminemos. Cuando no puédanos caminar, usemos Bastón. Pero...
Nunca nos detengamos, nunca nos entreguemos, nunca dejemos de
vivir, nunca dejemos de amar y nunca, más nunca, dejemos de soñar…
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