domingo, 31 de marzo de 2019

Acaso crees señora...

Acaso crees señora que ya no eres la de antes, que ya no suspiro al verte caminar, pero entre tantas niñas campantes y sonantes es a ti quien espero cada noche pasar. No sabes que te observo, y si tuve la entereza de atreverme a decirte lo puto que estoy por ti, ni imaginas que ansío tu asentada tibieza y tu añejado vino para calmar mi sed. Es cierto que ya eres otra y que luego con el pasar de los años qué irá a importar si el espejo te devuelve una arruga en la piel, serás la más dulce la fruta en tu plena madurez; no hay nada más bonito que la maleable arena ante la verde grama gélida. Y nada es más erróneo que un torpe calendario, los números ignoran el arte de vivir y amar, al igual que a los vinos los años te harán más bella todavía… y te harán refulgir. Es por eso, mi señora, si te sientes entristecer algún día levanta los ojos y mira para aquí, y ahí verás una mirada… una mirada mía, sí de este Diablo que te ama con su duro y puto corazón, pero con toda la dulzura de su alma. Y este loco y caractudo Diablo sabes, te quiere para sí y dijo una vez que por 200 o 300 años más, pero ya modificamos contrato para 1000, luego lo ampliamos a 2000 años más y finalmente por toda la eternidad, sellado y con certificado de firmas y eso si es lo que queremos que así sea...

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