domingo, 31 de marzo de 2019

Siempre me jacte...

Siempre me jacte de no temer a nada, ni a nadie. De tener el coraje y el valor suficiente, de pararme frente a la muerte, mirarla directo a los ojos y de retarla a pelear a mano limpia por conservar mi vida. De bajar a los confines del mismo infierno y volver, solo por diversión. Sin embargo, hoy descubrí que yace en mí, oculto muy en el fondo de todo mi ser ahí bien atrás del alma, lo que podría ser quizás el único miedo que jamás tuve. La única cosa que puede paralizarme y dejarme inmóvil, sin saber cómo reaccionar, exponiéndome de la manera más vulnerable. Ni la misma muerte, ni el mismo demonio, lograrían jamás en mi tal efecto. Hoy descubrí, que mi miedo más grande, es a eso que llaman amor, a tu amor…

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