Hoy es uno de esos momentos que siento que nada tiene sentido. Veo tanta soledad a mí alrededor, y es tan grande el dolor que siento por tantas cosas vividas a lo largo de este año.
Y me siento indiferente al resto del mundo, a lo que me circunda, siento que últimamente no me queda otra que seguir para adelante sola, porque inexorablemente me sigo equivocando con las personas que he elegido en estos últimos meses.
No entiendo como mi corazón no aprende, porque uno ama a quien no debe, porque es todo tan difícil simplemente por ser mujer y haber elegido seguir en esta vida sola con dos hijas.
Daría la impresión que uno siempre está a prueba, teniendo que demostrar lo fuerte que es, y a la vez te dicen que sos demasiado autosuficiente, no sé.
Hoy hubiese necesitado ese mimo que solo la persona que uno elige puede darnos. Hoy volví a tropezar con la misma piedra, a sabiendas que creí en lo des creíble, que ilusa.
Sé que en estos días remonto, pero el tema es “el mientras tanto”, y me quedo con mil palabras por decir, mil cosas por plantear, pero es más fácil negar esa posibilidad y dejarme un perdón vacío, porque no es más que eso. Ausencias sentidas.
Marisa
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