Cuando todos juzgan que estoy derrotado, resurjo a veces herido y machucado, sin embargo lo hago cada vez más fuerte, con más voluntad de luchar, de vencer, porque soy un vencedor. Soy árbol con flores perfumadas pero tengo espinas.
Cuando estoy enojado tengo un lado niño y un lado hombre... Mi lado niño me lleva a la locura sueña demasiado pero es puro dulzura... Mi lado hombre lucha por lo que quiere, pero ambos se juntan para amar.
Si uno tiene celos el otro calma, si uno es osado el otro es puro cariño.
Uno siempre reclama más que el otro, pero unen los misterios que tengo... El niño es dulce y el hombre es fatal, pero se transforman únicos cuando me apasiono, el amor en mi aprisiona. Cuando abrimos nuestro corazón estamos permitiendo que lo nuevo venga en nuestra dirección renovando nuestra forma de actuar, te lo aseguro...
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