lunes, 15 de agosto de 2016

Y después cuando llueve…

Y después cuando llueve… la saudade nos aprieta el corazón, nos llora el alma… He prometido tantas veces que antes de medianoche te olvido… pero amanezco al otro día de la forma que este diablo gusta, fuente de deseos, con agua en la boca por tu perfume y hambriento por tu mirada. Muchas veces quisiera que la vida me proteja de mi mismo, de mi manía de amor, de mi tozudez de entretejer sueños románticos, de mi insanidad, de mi intransigente carácter y de creer en un destino de ese sueño que soñé…

No hay comentarios.:

Publicar un comentario