ni pretendo ser la nota que se escape en tu lamento.
No pretendo ser la huella que se deja en tu camino,
ni pretendo ser aquel que se cruza en tu destino.
Sólo quiero descubrirme tras la luz de tu sonrisa
ser el bálsamo que alivia tus tristezas en la vida.
Sólo quiero ser la calma que se escurre en tus desvelos,
ser el sueño en que descansa la razón de tus anhelos.
Simplemente, es el amor cuando ha roto sus cadenas.
Para darte el corazón, no pretendo ser tu dueño.
No pretendo ser la llama donde enciendes tus pasiones,
ni pretendo ser la espada que atraviese tus errores.
No pretendo ser el aire que respiras en la noche,
ni pretendo ser la carne que destila tus derroches.
Sólo quiero ser la mano que se llene de quebranto,
ser un poco ese remanso donde muere el desengaño.
Sólo quiero ser la estrella que se engarza en tu mirada,
la caricia que se entrega sin razón y sin palabras.
Simplemente, es el amor que ha encontrado su camino.
Para darte mi ilusión, no pretendo solamente hacerte mía.
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