Mi inspiración viene de las madrugadas frías y vacías
en las que puedo soñarte, escuchando músicas que tocan mi corazón y que me
hacen viajar en mis pensamientos. Donde
puedo entrar en una máquina de tiempo, donde puedo ser héroe y villano. Es en
esas putas madrugadas, solitario que siento frío y mismo así mi inspiración
insiste en brotar cada vez más florecida y sinceramente no sé de donde vienen
mis palabras. Tal vez
vengan de la luna que insiste en bañarme con su luz a través de mi ventana o
tal vez del brillo de aquella estrella bien a lo lejos que me recuerda tus
centellantes ojos que todavía tengo bien gravados aquí en mi memoria, ei, ei, ei, aunque los cierres…
Hay veces en la vida que caminamos sin mirarignorando a nuestro paso tantas cosas de valor Hay veces
que en la vida solo sentimos dolorporque
sentimos en el alma tan solo desamor Pero hoy
me detengo y pienso, porque tanto sufrir si aún tengo vida y no debo sucumbir, claro que nodebo sucumbir Hasta hoy pase por la vida sin mirar ni valorar,hasta hoy que me di cuenta que tengo mucho por luchar. Hasta hoy que me di cuenta que no importa perder o
ganarsolo tener la confianza para volver a
jugarse, arriesgarse,dar el gran salto y
cambiar de montaña...
EL calendario no te espera Diablo. Los minutos, días,
meses y años se juntan y cuando miras atrás mil oportunidades se han perdido...
Es verdad, todos necesitamos tiempo para procesar dolores y pérdidas. Todos
necesitamos aceptar nuevas realidades y despedirnos de las que ya no serán
presencias diarias en nuestra vida.
Es verdad los ciclos deben cerrarse. Y es verdad, todo tiene un tiempo interno,
un reloj que marca su segundero dentro de cada uno, a nuestro ritmo y forma,
cada persona tiene su tiempo personal para superar crisis, pérdidas, separaciones,
desprendimientos y dolores.
Y esos tiempos deben respetarse. Todo eso es verdad.
Pero también es verdad que el psiquismo a veces se acomoda al letargo del dolor
no superado.
También es verdad que de tanto penar uno se queda en la mitad del recorrido,
sin avanzar, sin mirar a los costados, sin volver a la vida.
También es verdad que la gente nos llama, nos grita que la vida sigue, y que
hay muchas cosas por vivir, por sentir, por experimentar, por aprender, pero
como tontos nos quedamos mirando la puerta que se cerró, aquello que ya no es
ni será, con una nostalgia que atraviesa los huesos y duele hasta el alma, y como
estúpido uno se amolda al dolor, se acopla a él, se adapta a los días grises, a
las preguntas sin respuestas, a las nostalgias, a lo viejo sin fijarse en lo
nuevo. Y así cerramos puertas que se abren... y perdemos oportunidades sabe Don
Diablo.
Desistí. No, no fue de los sueños. Tampoco fue
de la búsqueda, de la determinación, de las ganas de seguir siempre. Desistí de las esperas inútiles. De creer en
promesas hechas en la rompiente de la emoción. De permitirle acelerarse al
corazón por bultos de contradicción. Desistí si de las memorias doloridas,
afirmando bellas mentiras que el presente negó. De los apegos exagerados que
confunden el alma. De la misma trasnochada. Del mismo trago.
Misma mesa. Mismo pedo. Mismo dilema. Misma acera. Mismo quejido. Misma resaca.
De los afectos ensayados. De ser protagonista sin par. De la tempestad que
llega acomodada y se transforma en lluvia fina esa que no refresca el calor. Lo que sí desistí fue de la intelectualidad
confusa que no traduce lo esencial. Lo que sí desistí fue de la noche sin café,
sin conversaciones, sin tragos, sin carcajadas, sin apetitos afectivos, sin
propinas amorosas. Lo que si desistí fue de la palidez de las
palabras que dejó la verdad escondida. Desistí de la decisión floja. Desistí de oír las afirmaciones orgullosas de
quien cree que lo sabe todo. Lo que sí desistí fue de no encarar lo que sentenciaba
mis intuiciones. Desistí de la audacia por el camino más corto
y también el más peligroso. Desistí de entibiar fantasías que sí regadas
crecen y toman el lugar de la sobriedad. De enloquecer los sentidos intentando
descifrar los repetidos silencios de quién tiene mucho que hablar. Desistí de intentar entender la insistencia de
la saudade, la fragilidad del corazón que eludido se expande, dilata, quiebra y
a los pedazos se rehace para tiempo después repetir el mismo trayecto. Desistí sí fue, pero, fue de la cobardía que
se empeña en traer el engañoso conforto para justificar la incapacidad de
enfrentar, recomenzar, experimentar, cambiar, resistir. No desistí de lamer el dedo y dar vuelta la
página para vivir la vida.
(Ita Portugal) Excelente Ita Portugal... yo también desistí y es más... desistí de las mentiras, de los engaños, desistí de esperar actitudes que nunca llegaron, desistí de permitir que insulten mi inteligencia, desistí de fantásticas historietas... Y tampoco voy a desistir de mis sueños. Ral-Diablo
“Nadie va a morir de ortografía ni de educación, pero la ortografía es un
reflejo de la educación, y la educación está detrás de todos los problemas.
Escribir bien significa respeto al interlocutor, a quien le estás hablando, a
quien le diriges tu mensaje. La ortografía no es la perfección ni una falta ni
dos ni ninguna... La ortografía es una actitud” —Pablo Zulaica
Sabes papá, ahora pienso cuántas cosas quisiera haber compartido contigo, como discutimos, rsss, siempre en desacuerdo, tal vez por mis años boludos, rencores, por ser como soy, así tan intempestivo, duro, medio cavernícola, pero de verdad quisiera que hubieses vivido conmigo muchas cosas de mi existencia, de ti aprendí todo lo bueno y correcto, hasta ese carácter de mierda que me identifica, sabes viejo, siempre ronda en mi mente el gusto por la cocina que de tí aprendí, que me pasaste, puede ser que crea que solamente es eso, pero te descubro cada vez que me miro al espejo, que pena, que gil que fui, quisiera haberte aprovechado más, mucho más, sé que intentastes varios acercamientos, pero en mi mente flaca y con ese orgullo pelotudo reprobé la mayoría, hoy estoy aquí sentado como un boludo derramando lágrimas por eso, sabes, de adolescente tantas veces pensé que te odiaba, muchas veces te putié, no lo niego ni me arrepiento de haberlo hecho, si lo merecias, no lo sé, solo quería decirte que te quiero y no te olvido, aunque soy ateo y lo sabes, sé que estarás en el cielo enseñando a cocinar a algún ángel rebelde y dirigiendo algunos trenes entre nubes, gracias por las 21 mil veces que me caí y me levantaste, gracias por las 21 mil veces que me equivoque y me perdonastes, gracias por haberme echo lo que soy, gracias papá... Ral-Diablo
