Hay ciertas horas que no precisamos de
un amor… No precisamos de una pasión desmedida… No queremos beso en la boca y
ni cuerpos encontrándose en la ternura de la cama… Hay ciertas horas… que solo
queremos la mano en el hombro, el abrazo apretado o mismo el estar ahí, quietito
al lado sin decir nada… Hay ciertas horas… Cuando sentimos que estamos para
llorar, que deseamos la presencia amiga para oírnos pacientemente, a jugar con
nosotros, a hacernos sonreír… Alguien que ría de nuestros chistes sin gracia…
Que piense que nuestras tristezas son las mayores del mundo… Que nos teja
elogios sin fin y que a pesar de todas esas mentiritas útiles nos sea de una sinceridad
incuestionable… Que nos mande callar la boca o nos evite un gesto impensado…
Alguien que nos pueda decir pienso que tú estás errado, pero, estoy a tu lado…
O alguien que apenas diga: soy tu amor y estoy aquí…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario