A la primera persona que me ayude a
comprender, pienso entregarle mi
tiempo, pienso entregarle mi fe, yo
no pido
que las cosas me salgan
siempre bien, pero, es que ya estoy
harto de perderte
sin querer.
A la primera persona que me ayude a
salir de
este infierno en el que yo mismo decidí vivir, le regalo cualquier
tarde para
los dos.
Lo que digo es que ahora mismo ya no tengo ni
siquiera donde estar.
El oro para quien lo quiera, pero si hablamos
de ayer es tanto lo que he
bebido y sigo teniendo sed, al menos tú lo sabías,
al menos no te decía que
las cosas no eran como parecían.
Pero es que a la primera persona que me ayude
a sentir otra vez, pienso
entregarle mi fe, aunque si no eres la persona que
soñaba para que voy a
hacer, nada.
Que voy a hacer donde los sueños, que voy a
hacer con aquellos besos, que
puedo hacer con todo aquello que soñamos, dime
dónde lo metemos?
Donde guardo la mirada que me diste alguna
vez, donde guardo las
promesas, donde guardo el ayer, donde guardo niña tu
manera de tocarme,
donde guardo mi fe.
Aunque lo diga la gente, yo no lo quiero
escuchar, no hay más miedo que el
que se siente cuando ya no sientes nada, niña
tú lo vez tan fácil, ay amor,
pero es que cuanto más sencillo tú lo ves, más
difícil se me hace.
A la primera persona que me ayude a caminar,
pienso entregarle mi tiempo,
pienso entregarle hasta el mar, yo no digo que sea
fácil, pero, niña, ahora
mismo ya no tengo ni siquiera donde estar.
A la primera persona que no me quiera juzgar
pienso entregarle caricias
que yo tenía guardadas, yo no pido que las cosas me
salgan siempre bien,
pero, es que ya estoy harto de perderte.
A la primera persona que me lleve a la verdad
pienso entregarle mi tiempo,
no quiero esperar más. Yo no te entiendo cuando me
hablas, que mala
suerte y tú dices que la vida tiene cosas así de fuertes.
Yo te puedo contar como es una llama por
dentro, yo puedo decirte cuánto
es que pesa su fuego, y es que amar en soledad
es como un pozo sin fondo,
donde no existe ni Dios, donde no existen verdades.
Es todo tan relativo como que estamos aquí, no
sabemos, pero, amor dame
sangre para vivir, al menos tú lo sabías, al menos no
te decía que las cosas
no eran como
parecían.
Y es que a la primera persona que no me quiera
juzgar pienso entregarle
caricias que yo tenía guardadas. Niña tú lo ves tan
fácil, ay amor, pero, es
que cuando más sencillo tú lo vez más difícil se me
hace.
A la primera persona que me ayude a caminar,
pienso entregarle mi tiempo,
pienso entregarle hasta el mar, yo no digo que sea
fácil, pero, niña, ahora
mismo ya no tengo ni siquiera donde estar.
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