viernes, 17 de junio de 2016

Hace demasiados meses...

Hace demasiados meses que mis
 payasadas no provocan tus ganas de
 reír. No es que ya no me intereses,
 pero el tiempo de los besos y el 
sudor. Es la hora de dormir.
Duele verte removiendo la cajita de
 cenizas que el placer tras de sí
 dejó. Mal y tarde estoy cumpliendo
 la palabra que te di cuando juré 
escribirte una canción.
Un Dios triste y envidioso nos 
castigó por trepar juntos al árbol y 
atracarnos con la flor de la pasión. Por probar aquel sabor. El agua apaga el 
fuego y al ardor los años.
Amor se llama el juego en el que un par de ciegos juegan a hacerse daño. Y
 cada vez peor y cada vez más rotos y cada vez más tú y cada vez más yo
 sin rastros de nosotros.
Ni inocentes ni culpables, corazones que destroza el temporal, carnes de 
cañón. No soy yo ni tú ni nadie, son los dedos miserables que le dan cuerda
 a mi reloj.
Y no hay lágrimas que valgan para volver a meternos en el coche donde
 aquella noche en pleno carnaval te empecé a desnudar.

El agua apaga el fuego y al ardor los años. Amor se llama el juego en el que
 un par de ciegos juegan a hacerse daño. Y cada vez peor y cada vez más
 rotos y cada vez más tú y cada vez más yo sin rastros de nosotros.

"Amor se llama el juego" de Joaquín Sabina


No hay comentarios.:

Publicar un comentario