Me
angustia no saber de ti, de dónde
andarán tus pasos,
de quién estará en tus brazos, de cómo es el mundo en que vives
si te duele recordarme o
recordándome sonríes.
Hasta dónde llegué en tu alma, que tú de la mía no sales.
Pensarte calienta mi sangre, me bulles, me ardes, tu foto
me atrapa, me
apasiona el recuerdo y sentado
ante el mar en el
cielo me pierdo.
Putis... ¡Cuánto
mar y cuánto cielo! ¡No puede
ser tanto un desconsuelo! ¡Es más
el mundo que me espera!
No fuiste la primera y la
última aún no llega. Seguiré
caminando
porque aún tengo camino seguiré buscando porque
buscando vivo.
Y si por amor fui concebido, tal
vez morir de amor es mi destino...
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