viernes, 15 de agosto de 2014

Aunque te cueste creerlo...


Aunque te cueste creerlo los pequeños grandes detalles, son esas pequeñas cosas las que hacen que la vida sea más abundante, un hola, un cómo estás, un buen deseo que te encuentres bien, el dulce que compartimos, un trozo de chocolate, una flor silvestre robada del jardín universal que nos rodea, el sol cuando baja, la luna cuando sube, una melodía allá en la distancia, el silencio del mar o su oleaje acariciador, la violenta tormenta, un abrazo, tus ojos cuando me miro y en los que me encuentro a mí mismo, tu mano que acaricia, tus labios cuando se posan suaves en mi mejilla, el pelo cuando lo agitas en libertad, una mirada al corazón. Verte, sentirte, saberte cerca, caminar de la mano en silencio, no porque no hay nada más de qué hablar sino porque la plenitud nos ha alcanzado, abrazarnos, caminar, reír, vernos, atrapar recuerdos de ayer, revivirlo todo, reconquistarte, que me coquetees, perseguirte y que te dejes atrapar... han sido todos estos pequeños detalles de la vida los que nos enriquecen, los que nos hacen ser mejores y desear que la vida cambie, que esa plenitud que hoy tenemos la tengan aquellos que nos rodean, los que nos aman, los que nos ignoran, incluso aquellos para los cuales nunca existimos. Solo deseamos ser otros... más generosos, aunque te cueste creerlo...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario