Si hubiera sabido que ese beso era el último, quizás me hubiese aferrado más al dártelo.
Hubiera disfrutado más de esa caminata, hubiese amado ese aire de mar que calaba los huesos.
Habría guardado en mis retinas esa neblina que se transformó luego en llovizna, te hubiese agarrado de la mano.
Hubiésemos corrido bajo ella, si tan solo yo hubiera vislumbrado que yo no habría más cercanía contigo...
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