jueves, 1 de septiembre de 2011

Bueno, vamos almorçar...


-      Bueno, vamos almorzar??
-      Não estou com fome, podemos ficar aqui?
Pienso que ahí  se desató todo, ese era el momento, tu lo elegiste, tu decidiste que esa hora, esos eran los minutos ese era el momento que tenía que desarrollarse ese amor.
Día anterior sucumbiste a mis meses de embates amorosos, siempre hablaste de tu virginidad y nunca lo creí, pero ese día anterior al vencer tus defensas, me asusté, retiré mis ataques desesperadamente “que estoy haciendo” y así quedó sin más ni menos, un “no quiero, no puedo hacer esto” fue lo único que salió de mi boca, créeme que pensé y pensé, largamente lo ocurrido no dormí, estabas dando vueltas en mi mente, en mi corazón y en mi alma, vueltas y vueltas, que hacer? Como contener a ese corazón que quiere escapar de mi pecho, como hacer mañana cuando mi corazón sienta tú presencia, cuando mis ojos te descubran, cuando sienta tu perfume, cuando me deslumbres con tu sonrisa, cuando me desbordes con tu alegría, como hacer, como hacer?...
Llegas y sale el sol para mí, me saludas con un beso, hago unos intentos de cariño y los rechazas.
-      Que acontece contigo? Sabe estive pensando y…
-      Eu também estive pensando e de verdade te agradeço que nada pasou?
Putis mi mundo cayó, se me derrubó mi universo. Putis, putis… nuestra mañana continuó sin más ni más, trabajamos normalmente, físicamente bien, pero anímicamente una mierda y mi corazón no paraba de reclamarme, llega el mediodía de ese 05 de Junio estaba sentada al borde de una mesa, esperándome mientras lavaba mis manos para ir a almorzar, me aproximo bien, la agarro entre mis brazos y de sus caderas la deslizo para mi, quedo entre sus piernas y bien coladitos, mirándola a los ojos le digo:
-      Bueno,  vamos almorzar?
-      No estou com fome, podemos ficar aqui?
-      Porque estas sem fome?
-      Podemos ficar aquí?...
Tu mirada dijo más que mil palabras y te besé, y te ame y te hice el amor despacito, y tomé tu virginidad lentamente, y sentí como se desgarraba al penetrarte suavemente y vi tu rostro con leve dolor pero feliz de entregarte.
Ese recuerdo jamás sale de mi mente, está arraigado en mi corazón, y nos amamos y me amaste y te amé, y me muero cuando recuerdo el día que me dijiste “ solo veo por tus ojos desde el día que me hiciste mujer…”

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