Insistir
en aquello que ya no existe es como calzar un zapato que no te cabe
más... lastima, te saca ampollas, llega a carne viva y sangra. Entonces
es mejor quedarse descalzo, dejar libre el corazón, en cuanto vive,
dejar libre los piés en cuanto se crece, porque cuando crecemos el
número muda y a veces uno tiene que olvidar lo que quiere para comenzar
a entender lo que uno merece...
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