Estoy tan a gusto aquí contigo que no me cambio por
ningún hombre del mundo, y no me importa si allí fuera llueve o hace solcito.
Es que estoy tan contento de
abrazarte que ya no quiero mirar ningún paisaje si no se ve desde aquí metido
dentro de tu abrazo, dentro de tu abrazo.
Empiezo a imaginar cómo poder
parar ése reloj que no para de correr para poder congelar el tiempo aquí a tu
lado.
Y empiezo a recorrer el mapa de
tu piel, y hay tantas fuentes que en todas quiero beber, porque no quiero
perderme un sorbo de tu cuerpo.
Es que aquí dentro se está tan
bien. Que no soy capaz de imaginarme sin ti, que tengo el corazón batiendo a
los cuatro vientos por ti.
Soy un buscador eterno y tú
tienes el mapa de mi tesoro y no me cambio por nadie, yo me quedo contigo, que
no hay un sitio donde yo esté más a gusto que durmiendo acurrucado en tus
brazos…
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